Sánchez ‘secuestra’ la Democracia, nos gobierna por decreto, interviene la economía y Casado lo consiente

A pesar de no tener mayoría en el Parlamento, el presidente del Gobierno se comporta como un autócrata que desprecia al Congreso, a la oposición y a los medios de comunicación

Rafael Halcón / República

05/04/2020

Sánchez ‘secuestra’ la Democracia, nos gobierna por decreto, interviene la economía y Casado lo consiente

A pesar de no tener mayoría en el Parlamento, el presidente del Gobierno se comporta como un autócrata que desprecia al Congreso, a la oposición y a los medios de comunicación

Con el argumento y la excusa de la crisis sanitaria nacional Pedro Sánchez parece imitar al déspota y primer ministro húngaro Viktor Orban, al gobernar por decreto en medio de su avalancha de mentiras oficiales y con desprecio a la Oposición, el Parlamento y los medios de comunicación.

Poniendo las instituciones (y las Fuerzas Armadas de Seguridad) al servicio de un Gobierno de coalición errático e incompetente que carece de mando único en la Sanidad. Y mientras todos los españoles están confinados en sus casas bajo un ‘Estado de Alarma’ que se ha prolongado por tercera vez y que Sánchez pretende volverlo a decretar en los próximos meses.

Este ‘secuestro’ de la Democracia española por parte de Pedro Sánchez, sin controles democráticos, que le permite gobernar a por decreto y en base a unos datos sobre la crisis que son incomprobables por parte de la prensa y la Oposición, solo es posible por culpa del líder del PP Pablo Casado.

El que como líder de la Oposición no denuncia y bloque tan grave situación institucional del país y sigue apoyando al Gobierno de Sánchez sin exigir los controles y las obligadas garantías de transparencia de la vida democrática.

Casado no debería de aprobar en el Congreso de los Diputados el tercer ‘Estado de Alarma’ si previamente la Oposición no tiene acceso a todos los datos del desarrollo de la epidemia en España, que son manipulados con descaro para ocultar los errores e incapacidad del Gobierno.

Y también para justificar en el ámbito económico y social políticas de clara intervención de las empresas y la propiedad privada que a todas luces son inconstitucionales e injustificables y que Pablo Iglesias promueve desde el seno del Gobierno.

Como debe Casado exigir en las ruedas de prensa de La Moncloa y de los portavoces sanitarios un coordinador imparcial de todas las preguntas y las repreguntas y que exija respuestas breves y concretas. Para acabar con la burda manipulación de su secretario de Estado, Oliver, que ya denuncian numerosos medios de comunicación.

Porque Sánchez se protege secuestrando la información veraz y manipula datos y ruedas de prensa para dirigirse a los españoles con unos insufribles monólogos de corte optimista y sentimental que eluden las cuestiones más esenciales de la crisis. Al tiempo que utiliza todos los canales de televisión y, de especial manera, TVE y La Sexta TV, puestas a su servicio para tapar los errores del Gobierno y propalar el optimismo oficial y sin justificar. 

Naturalmente, nada de esto sería posible, o al menos no sería tan fácil, si Casado denunciara tan grave situación y exigiera el máximo control de la gestión sanitaria y de la política económica, negándose a aprobar decretos de ‘Estado de Alarma’ y decisiones económicas y sociales que el autócrata Sánchez está tomando con inciertas consecuencias para el conjunto de la sociedad.

Y subido en una colección de mentiras que el mismo Sánchez reconoce cuando a la vez anuncia la superación de la crisis sanitaria y los continuos y sin límite ‘Estados de Alarma’, donde se incluyen la suspensión de Derechos Fundamentales de los españoles como los de la libertad de circulación y de reunión.

Si Sánchez pretende seguir gobernado por decreto a todo un país, que está ‘secuestrado’ en sus casas (entre otras muchas cosas por culpa de graves errores del Gobierno en el arranque de la epidemia en España), debe hacerlo con la ayuda de sus socios de investidura pero no con apoyo de los partidos democráticos.

Los que tienen obligación de exigir plena transparencia para saber la verdad de lo está ocurriendo en este país. Y no lo que Sánchez nos cuenta en sus monólogos bolivarianos desde el Palacio de La Moncloa.

Monólogos que empiezan a convocar caceroladas al anochecer en muchas partes de España y que no valora un PP porque considera que los errores y las mentiras de Sánchez conducirán al PSOE a un gran fracaso político que beneficiará electoralmente al PP.

Pero que dejará a España, y de ello será corresponsable Casado, en una desastrosa situación sanitaria, económica y social. Lo que se debería de evitar desde ahora y no cuando ya sea demasiado tarde para reaccionar.