Es una pena. Ayer, navegando por internet vi otro nuevo grupo de presuntos Templarios que siendo un grupo pequeño, lo primero que presentan es a su Gran Maestre. Otro más.
Creo que el sistema funciona más o menos así:
Me llevo mal con quien dirige la rama a cuya Obediencia pertenezco. Discuto con el Gran Maestre de esa rama, y me marcho de ahí con los tres o cuatro amiguetes que entraron conmigo y creamos un nuevo grupo, eligiendo, por supuesto, entre los cuatro, a un Gran Maestre y solicitamos el ingreso en eso de Nación Templaria, para tener respaldo y cobertura. Creamos una página en Facebook y a funcionar.
Así hay muchas y muchos.
Que pena, sobre todo en un día como hoy que se celebra el nacimiento de Felipe II de Orleans en 1674, el Duque de Orleans que en 1705 sacó de la clandestinidad y las tinieblas a la Orden del Temple en Francia dotándola de nuevos estatutos.
En fin, está claro que no importa la historia, no importa la tradición, como no importa la lealtad y la humildad. Todo el mundo quiere ser o tener su propio Gran Maestre, su propio grupo y crear la historia como mejor se adecúe a sus circunstancias.
No sabemos si algún día esto cambiará y alguno de esos grandes msestre empezarán el cambio y la vuelta a la casa de la unidad. Un primer paso quizás sería renunciar al cargo de gran maestre y reconvertirse en Gran Prior, nacional o internacional, pero Gran Prior, como medida inicial para preparar la elección de un único Gran Maestre.
Quizás también estaría bien la creación de una Federación en la que todos estuviéramos representados por el mismo número de +Hermanos y con un moderador, no presidente ni dirigente, y empezar a trabajar con esa federación en normas para todos iguales y que nos ayude a romper ese totum revolutum en que se ha convertido esto.
No se, la solución está en nuestras manos, pero hoy, en muchos casos, las tenemos ocupadas sujetando nuestro exceso de ego.
A todos, NND, FTAT.