EL ARREPENTIMIENTO DEL PAPA FRANCISCO

 

Nos ha gustado el discurso del Papa Francisco ante la comunidad indígena en Canadá.

Nos ha gustado esa petición de perdón por todos los terribles daños causados a esas comunidades desde las residencias e internados católicos durante décadas. 

Entendemos que en el corazón del Papa el dolor ante la cantidad de muertos, de familias deshechas, de gente destruida desde la niñez ha hecho posible ese camino del perdón como inicio de una etapa nueva y regeneradora.

Y nos gustó mucho también la respuesta indígena, digna, honesta y sobre todo, clara y limpia ante la ausencia de rencor y el deseo de andar el nuevo camino juntos, es decir, perdonando, aceptando ese perdón pero sin olvidar. 

Igual pasó con Galileo, o con los mismos jesuitas, con los judíos, con casi todo el mundo dañado en el.pasado por la Iglesia Católica.

Con casi todo el mundo.....¿y nosotros? ¿Cuando se va a pedir perdón por todos los crímenes, los siglos de persecución, por el robo de sus bienes, por todo el daño hecho a la Orden del Temple? O es que nadie entre esas paredes cubiertas de sangre del Vaticano siente la necesidad de pedir perdón a la Blanca  Milicia  de  Cristo, a los Templarios.

No le extrañe, Papa Francisco, que cuando alguna vez piense en eso y junte sus manos para orar, las vea manchadas de sangre, pues usted se está convirtiendo en otro cómplice necesario para que la inmundicia moral del indigno Clemente V, el criminal Papa, continúe corriendo la estructura de esa Iglesia construida sobre los cuerpos torturados y quemados de muchos inocentes.

Póngase el tocado de plumas en la cabeza, tápese con un saco si quiere, intente seguir escondiendo la vergüenza y el horror de lo que hicieron con nuestros +Mártires Templarios, pero aún así, nunca podrá esconderse de la mirada reprobatoria de Nuestro Señor ni de los dedos acusadores de los Templarios actuales que seguiremos señalándole como el sucesor y continuador de los corruptos asesinos de los miembros de la Orden del Temple, y llegará el día, se lo vaticino, santidad, llegará el día en el que se hará Justicia.

NND, FTAT.