Estaban escondidos, agazapados y a la espera de que ese humilde concejal de pueblo, insignificante en la política nacional pero lleno de ilusiones para su pueblo, cercenado éste en su libertad, bajara hasta la cercana estación de tren para ir a su trabajo en Eman Consulting, pues ni tan siquiera podía pensar en vivir de la política. Pero esa tarde del 9 de julio de 1997, el joven concejal no cogió el tren, rompiendo su diaria rutina, pues se fue a trabajar en el coche de la madre.
Los terroristas, molestos y fastidiados, pero con la disciplina del ejército de criminales asesinos, dejaron para el día siguiente la caza del político español.
Y así fue, lo cazaron cuando bajaba del tren que le conducía al trabajo el día siguiente, 10 de julio, a las 15,30 horas. Fue la criminal Irantzu Gallastegui, conocida entre sus colegas de la muerte como Nora, la que amenazando al joven lo introdujo en un oscuro vehículo, empezando así un secuestro que removió a Espsña entera ante la amenaza de acabar con la vida de ese humilde político de pueblo, inocente y sin experiencia que se enfrentaba al terror de una banda criminal sin escrúpulo alguno. Toda España se sintió cercana y al lado de Miguel Ángel Blanco y frente a esa pandilla de miserables e inhumanos asesinos que formaban ETA, la repugnante banda terrorista.
Pese a los miles de manifestantes, a las millones de expresiones de "manos blancas" pidiendo su liberación, pese a la reacción de España entera frente a esa banda de asesinos, el 12 de julio a las 16,50, un minuto antes de cumplirse el tiempo dado por los terroristas, mientras el criminal Mujika le obligaba a ponerse de rodillas, su colega de asesinatos, Gaztelu, le disparaba dos veces en la cabeza.
Esos criminales habían matado a Miguel Ángel Blanco, pues aunque fue encontrado con vida, falleció poco después en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aranzazu.
ETA y sus secuaces, incluidos muchos de los políticos que vergonzosamente se sientan hoy en el Congreso de los Diputados de la nación y que incluso son socios del Presidente del Gobietno actual, habían cumplido sus intenciones terroristas matando a un inocente más, a alguien humilde que vivía de su trabajo mientras su tiempo libre lo utilizaba para ayudar a conseguir la libertad democrática de un pueblo amenazado y estrangulado por la barbarie y la maldad de unos asesinos a los que se les ha aupado a la categoría de políticos cuando no son más que terroristas criminales.
Alguien, algún día se lo hará pagar.
NND, FTAT.