Ayer se celebró en casi todo el mundo el día internacional de la mujer, algo que nos tiene que hacer reflexionar sobre la situación de la mujer en el seno de la Iglesia Catolica y también en el nuestro como Orden del Temple.
Si empezamos por la Iglesia, parece mentira que pese a los movimientos y palabras de Jesús, apoyado y apoyándose en las discípulas femeninas casi más que entre los discípulos, casi desde el principio, esta Iglesia que dice ser la continuadora de la de Nuestro Señor, ha, digamos, degradado directamente a la mujer y excluido no solamente de los centros de decisión y de la más alta jerarquía eclesial sino que, ante la falta de vocaciones y de muchos sacerdotes en muchas de las parroquias esparcidas por el mundo, tampoco ha accedido a que las mujeres accedieran al sacerdocio y paliar en cierto modo esas faltas de sacerdotes. Ni tan siquiera como diáconos, lo que sería un primer paso, aunque hay muchas monjas en muchas comunidades católicas dirigiendo la Palabra a los fieles ante la falta de sacerdotes, y no solo monjas sino mujeres que llevan años actuando en sus parroquias sin que la Iglesia Católica reconozca el error de su inmovilismo y de sus fobias ante un problema que la sociedad civil va arreglando, despacio, pero arreglando mientras la religiosa dentro de la Iglesia Catolica continúa igual, negándose a la evidencia y a los pasos que afortunadamente se dan en otros estamentos.
En la Orden del Temple no se actúa mucho mejor. De toda la cantidad de extraños e ilógicos nombramientos de Grandes Maestrillos que tantas veces hemos denunciado publicamente en Fratertempli Orden del Temple, ni uno solo de esos cargos anti tradicionales ha recaído en +Hermana alguna.
Grandes Prioras si hay, tampoco muchas, pero si las hay, aunque el número de Grandes Priores es claramente superior a las de Grandes Prioras, y luego, en cargos y responsabilidades intermedias, si, ahí si encontramos ya a bastantes más +Hermanas, aunque el número masculino continúa siendo mayoritario.
Nosotros, en Fratertempli, Orden del Temple, no es que estemos de acuerdo con esa injusta ley de paridad, no nos parece justo para nadie. Nosotros lo que si creemos es en la igualdad, y eso no es que tengamos que tener el 50% de +Hermanos y el 50% de +Hermanas en nuestros cuadros directivos. Para nosotros, igualdad es que con las mismas oportunidades y condiciones, el que carga con la responsabilidad de un cargo es aquel +Hermano que demuestra mayor valía para ese cargo, sin tener en cuenta si es mujer u hombre, +Hermano o +Hermana.
El de más valía es nombrado.
Nosotros no tenemos un apartado dentro de nuestra Obediencia tipo "secretaría de las +Hermanas" como hay en cierta inexistente nación, por ejemplo. Ni tenemos un cuerpo femenino, compuesto solo de +Hermanas como algún piratilla de por ahí mantiene en su banda, ni disponemos de nada especial pensado solo para las +Hermanas.
En Fratertempli, Orden del Temple, somos todos iguales, +Hermanos y +Hermanas, sin ningún tipo de favor hacia ninguno por cuestión de género, ni tan siquiera por una mal entendida caballerosidad que tan solo es una "educada" manera de discriminar. Iguales es iguales, si se exige lo que se exija para ciertos cargos, se exige igual sea hombre o mujer el +Hermano que se presente o se elija, no hay, repito, ni diferencias ni tratos de favor tipo rebaja en las diferentes pruebas según sea +Hermana o +Hermano. Todos deben pasar las mismas pruebas, los mismos requisitos, y al mejor y más preparado se le encarga la responsabilidad del cargo que sea.
Y en nuestros cuadros directivos hay bastantes +Hermanas, pero no por ser +Hermanas, sino por haber demostrado ser los miembros más preparados para esos cargos.
¿Que alguna vez podemos fallar? Si, está claro que perfectos no somos, pero intentamos ser justos, en la igualdad y para la igualdad de todos, al menos dentro de esta Obediencia de la Orden del Temple, y no es difícil, todos, todas que dirían otros, somos Templarios, sin más.
Que tengan ustedes un buen día, NND, FTAT.