El sacrilegio es un acto o discurso que representa una falta de respeto por aquellos objetos, personas o símbolos que otros consideran sagrados. Se denomina sacrílego a quien lo comete, y si su acto constituye un crimen deliberado contra un objeto sagrado, se suele hablar de profanación. Las palabras sacrílegas, en cambio, se suelen denominar en un sentido más estricto como blasfemia.
Comete sacrilegio local el que profana lugares sagrados (altares, iglesias, cementerios, etc.)
Comete sacrilegio real el que profana las cosas sagradas (los santos sacramentos, la Eucaristía, los santos Evangelios, los vasos sagrados, las reliquias, las cruces, las imágenes y los ornamentos)
En breves días denunciaremos desde aquí y lo extenderemos a prensa y televisiones un hecho sacrílego ocurrido muy cerca de nosotros y protagonizado precisamente por quien tiene el deber, la obligación y la responsabilidad de defender, proteger y cuidar lo sagrado, un sacerdote, un párroco para más señas.
Lo haremos público y se lo comunicaremos también al Vicario del que depende este individuo, el párroco en cuestión y también recibirá nuestro burofax el Arzobispo de Madrid, jefe de ambos.
Tenemos las fotografías, conocemos todos los datos y horrorizados hemos visto como días antes de Halloween, este sacerdote parecía ponerse al servicio del mal protagonizando un sacrilegio a sabiendas de que lo cometía, pero en su conciencia sacerdotal, embutida en una soberbia nada cristiana, no hay intención de rectificar aunque se lo han pedido muchos fieles.
Estén atentos a próximas publicaciones, aunque lo.más seguro es que se enteren por la denuncia mediática que estamos preparando. Solo nos queda ver, si el ayuntamiento de la localidad, enterado de los hechos, es cómplice del sacrilegio o ayuda a solucionar este problema causado por un cura soberbio y maligno.
Aquí se verá reflejado.
NND, +Anselmo de Crespi