Pensando esta semana en la celebración del día de los océanos y en la búsqueda de un proyecto sostenible que garantice la supervivencia marítima lejos de plásticos, basuras y demás contribuciones humanas a la destrucción de nuestros mares, terminé viendo a la Orden del Temple, a nuestra querida Orden, como ese gran océano desconocido, con grandes profundidades a las que aún no han llegado los modernos Templarios, con maravillosas playas religiosas bañadas por aguas templarias puras y cristalinas, con bellos y peligrosos roqueos en las que las olas más profundas de la esencia de la Orden estallan golpeando con fuerza y marcando la roca se retiran dejando su alquímica presencia.
Y todo ello, contaminado con cantidades ingentes de plásticos en condiciones incorrectas e incluso groseras, por las formas, de entender el Temple.
En todos estos años, y ya son muchos, hemos visto como hay quien exprime a los postulantes desde que aparecen a base de cobro de cuotas que ignoramos por qué son cobradas si aún no pertenecen a la misma, para continuar más tarde por el cobro de cantidades escandalosas por ser investidos, con las excusas del Manto, de la sobrevesta, de la venera, de los brevets y en muchos casos de la espada.
Hemos visto como en y con el nombre de la Orden se vendían vinos, quesos y jamones, en un nuevo giro de la venta de mercaderías varias como anillos, pines, insignias, camisetas, etc.
Alguna vez, casi todas, ventas de cascos de metal "copias exactas de los originales", así, sin vergüenza alguna. Yo pondría al sol de agosto a esos vendedores de cascos de metal tan solo media hora para ver cuando caían sin conocimiento por el "excesivo calor original debajo del casco" y ver si así, de esa manera, se deja de vender la idea de que bajo esos cascos nuestros +Hermanos Mayores patrullaban y peleaban en los ardientes desiertos de Israel y no bajo los de cuero que utilizaban.
Hemos visto hasta como se anunciaban celebraciones y banquetes de bodas templarias, bautizos templarios y comuniones templarias en locales presuntamente templarios.
Pensamos en Fratertempli - Orden del Temple que tenemos que abandonar todos ya esa amable conducta permisiva y tolerante con toda esta situación, y no nos referimos a que comercios, negocios, empresas dejen de ofrecer, vender y publicitar todos esos productos nombrados anteriormente y muchos más que se les pueda ocurrir, lo que rechazamos, criticamos y estamos en contra es de que todo eso se haga desde dentro de las propias ramas de la Orden. Que haya menos trapicheo y más educación y enseñanza histórica, religiosa y espiritual templaria. Que es más importante y más serio para una rama de la Orden hacer seminarios, cursos, etc. que vender quesos con la Cruz de las Ocho Beatitudes. Que es más importante formar a postulantes que exprimirlos a base de pagos sin mayor sentido que el de lucrarse con ellos.
Que deberíamos cuidar y proteger a todo este Océano Templario de basuras y corrupciones que son indignas de alguien que pretende llamarse Pobre Caballero de Cristo y del Templo de Salomón, de llamarse Caballero Templario.
NND, FTAT.