Había que ser un valiente y un idealista para que en plena dictadura franquista se creara una sociedad democrática que rescatara a los muchachos más desfavorecidos, les facilitara formación y les dotara de un medio de vida. Ese valiente sacerdote era Jesús Silva, nacido en Ourense en 1.933 y que ha fallecido ahora, después de que miles de jóvenes de todo el mundo paaran por ese oasis democrático que era la Ciudad de los Muchachos.
Contaba la Ciudad de los Muchachos con su parlamento, con su alcalde elegido democráticamente, (el único en la época elegido democráticamente), utilizaban su propia moneda, pero sobre todo, se utilizaba la garantía por el respeto y la dignidad de aquellos que nadie quería, desfavorecidos y casi sin un futuro honroso.
A esos que nos dicen que criticamos a sacerdotes pederastas, que criticamos a jerarcas eclesiales déspotas y corrompidos, les ponemos como ejemplo los sacerdotes, como éste, que nos gustan, la Iglesia que nos gusta; esa Iglesia que se enfrenta al poder, sea cual sea, y entrega su vida por los demás, como ha hecho el Padre Silva, que ha gastado toda su vida por el bienestar de aquellos que la dictadura franquista y la sociedad ya habían condenado al fracaso social.
El Padre Silva es un ejemplo más de que otra Iglesia es posible, y muestra de ello es que él, que tantos méritos acumuló y que nunca nada para él reclamó, se despidió ayer con una sencilla ceremonia religiosa, acompañado nada más que por su familia y amigos, y como no, celebrada en su querida Ciudad de los Muchachos, Benposta, donde sus proyectos se hicieron realidad hasta que la corrupción política y especulativa intentó robarle su Ciudad de los Muchachos para construir un campo de fútbol.
Si aliguen, queridos/as +Hermanos/as, dentro de la Iglesia Católica entendió bien eso de " no para nosotros, señor, no para nosotros....", ese alguien fue el Padre Silva.
Que descanse en paz, en la Paz de Aquel que dijo "Lo que hagáis a uno de estos pequeños,
a Mí me lo hacéis...". Si eso es cierto, hoy el Padre Silva debe de estar recogiendo el premio de todo lo que le hizo a Nuestro Señor a través de esos muchachos a los que ayudó y entregó su vida: hoy el Padre Silva debe estar viendo el rostro de Jesucristo, mientras aquí, en la tierra, muchos tienen los ojos llorosos porque se ha marchado un hombre bueno, el Padre Silva, un sacerdote.
a Mí me lo hacéis...". Si eso es cierto, hoy el Padre Silva debe de estar recogiendo el premio de todo lo que le hizo a Nuestro Señor a través de esos muchachos a los que ayudó y entregó su vida: hoy el Padre Silva debe estar viendo el rostro de Jesucristo, mientras aquí, en la tierra, muchos tienen los ojos llorosos porque se ha marchado un hombre bueno, el Padre Silva, un sacerdote.
Fallece el padre Silva, fundador de la Ciudad de los Muchachos
Jesús Silva fundó la Ciudad de los Muchachos Jesús Silva fundó la Ciudad de los Muchachos.Jesús César Silva Méndez, conocido como el padre Silva, falleció en Ourense. Nacido en la misma ciudad en 1933, Silva fue el promotor de dos proyectos emblemáticos que le procuraron el reconocimiento a su labor: Benposta, la conocida como Ciudad de los Muchachos, y el famoso Circo de los Muchachos.
Benposta surgió en 1956 como una ciudad utópica para canalizar las inquietudes de los jóvenes ourensanos descontentos con el ambiente del Ourense de la dictadura. Con el objetivo de educar y formar a los más desfavorecidos, en las instalaciones de Seixalbo se educó a niños de todo el mundo (más de 50.000 pasaron por estas dependencias), en Benposta la actividad se regía por un funcionamiento democrático que contaba con su propio alcalde, su parlamento para tomar las decisiones concernientes a la ciudad y su propia moneda. En 1963 nacía un proyecto único en su género: una escuela de artes acrobáticas y del circo en la que participaron niños de todas las edades y de la que surgió el Circo de los Muchachos.
Benposta cerraba sus instalaciones en el año 2003 por su precaria situación económica y por los problemas derivados del desencuentro con la Xunta, que quería construir en el lugar un nuevo campo de fútbol para Ourense en terrenos que en su día había adquirido al padre Silva.
Por expreso deseo de la familia del padre Silva no se hizo público ayer el lugar donde se velaba el cuerpo del sacerdote fallecido, ni los datos relativos a los actos religiosos en su memoria.
@Menos del título, la fotografía y de la introducción, La Gaceta de Intereconomía.