Los enigmas del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela llegan a Alemania en la primera escala de una amplia exposición que subraya la gran relevancia de este monumento para la historia del arte y la importancia de evitar su progresivo deterioro.
La muestra, que se inaugura hoy en el Instituto Cervantes de Berlín, es una producción propia de la gallega Fundación Barrié, que desde 1966 lleva a cabo una intensa actividad en favor de la conservación del patrimonio.
“El centro de la exposición es el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago y se pretende dar a conocer y divulgar los estudios y el programa de restauración y conservación que se está llevando a cabo en el marco del Programa Catedral”, explica a Efe Francisco Prado Vilar, uno de los comisarios de la muestra.
El objetivo es la divulgación de varios aspectos del Pórtico, obra del Maestro Mateo y una de las piezas más significativas del Románico en toda Europa: “por una parte, los problemas de conservación y por otro lado su dimensión simbólica, estética, espiritual e iconográfica”.
El visitante de la exposición, que lleva por título “Pórtico Virtual”, puede participar de una experiencia virtual en 3D sobre el pórtico en el que “se enlaza un discurso continuo donde se desgrana su relevancia para la historia del arte y se dan explicaciones sobre algunos de sus enigmas que todavía son inéditos”.
Este vídeo en 3D incluye también, según revela Prado Vilar, doctor en Arte Medieval y coordinador del Comité Científico del Programa Catedral, “información inédita con unas plasmaciones fotográficas sobre los trabajos de conservación y estudio que se han llevado a cabo en los últimos dos años”.
Asimismo, “una exposición de fotografías en alta resolución combina un discurso sobre conservación con un discurso sobre apreciación estética para educar la mirada en los grandes detalles que enseñan la relevancia de este monumento dentro de la historia del arte”.
La muestra incluye además una proyección audiovisual sobre el contexto histórico de la peregrinación a Santiago y las fases constructivas del templo románico “para enmarcar el Pórtico, que no es una obra descontextualizada”, en un edificio “del que forma parte integral a nivel simbólico y a nivel estético”.
“También hay una serie de módulos de realidad virtual aumentada de los instrumentos que portan los (24) ancianos del Apocalipsis en el Pórtico de la Gloria y en el que los visitantes pueden escoger un instrumento, verlo en tres dimensiones” e incluso escuchar y apreciar su calidad sonora, señala Prado Vilar.
La exposición se completa con una selección de las réplicas en madera de estos instrumentos musicales, parte de los cuales se podrán escuchar mañana en el Museo de los Instrumentos de Berlín en el concierto “Los sonidos del Pórtico de la Gloria”, a cargo del grupo Martín Códax.
Entre otras obras, interpretarán música del códice calixtino, “uno de los más importantes de polifonía medieval, realizado para la liturgia de la Catedral de Santiago”, explica.
Es la primera vez que esta exposición en su versión expandida sale de España, entre otras razones por la importancia de “difundir esta obra de significación internacional”, aunque todos los que visiten Santiago, así como los propios santiagueses, pueden ver las partes principales de la misma en la cripta de la catedral.
“De hecho tenemos que darnos cuenta de que la Catedral de Santiago, por el mismo hecho de la peregrinación, a parte de ser nominalmente patrimonio de la humanidad lo es de forma efectiva, porque es un monumento de mucha relevancia para cualquiera que visite Santiago como peregrino”, recuerda Prado Vilar.
El Programa Catedral, realizado en colaboración con el Cabildo de la Catedral, el Arzobispado de Santiago, la Xunta de Galicia y el Ministerio de Cultura, supone la intervención de mayor relevancia realizada hasta ahora en la basílica compostelana.
Esta previsto que la exposición, que podrá visitarse en Berlín hasta el próximo día 18, viaje en noviembre a Portugal y posiblemente el año que viene al Reino Unido y Estados Unidos.
@Menos de la fotografía, Elena Garuz/EFE