SIEMPRE HAY UN JUDAS DISPUESTO A GANAR SUS TREINTA MONEDAS

NOTA DE FRATERTEMPLI:

Esto que más abajo pueden leer se escribió el Jueves Santo y no se publicó por respeto y por dar una oportunidad de rectificación a quien corresponde. Hoy lo subimos y los dos o tres días que dábamos entonces los daremos a partir de hoy y veremos que ocurre, pero ya se está hablando de machismo, de permisividad y de ingratitud en cierto Priorato. En tres días les explicamos todo, sea cual sea el resultado que provoque el post.


Hoy ya es Jueves Santo, y por dicho motivo dejaremos para más adelante, no mucho más de tres o cuatro días, la crónica sobre Judas, el nuevo Judas del siglo XXI, aquel que como al hijo pródigo se le permitió, por la caridad de un espíritu de luz, volver a casa como si nada hubiera pasado. La crónica sobre aquel que lejos de mostrar un corazón hermanado y dispuesto a colaborar conjuntamente en pos de la recuperación de un nombre manchado durante años de injurias y estafas por parte de otros judas de los que debió aprender como no hacer las cosas, se revolvió con la rabia del envidioso, del ambicioso. Y es que tanto tiempo al lado de indeseables marca el espíritu de aquellos flojos de personalidad, convirtiendo la ética y la moral en basura y abuso ante la dignidad de quien trabaja en serio y formalmente por la Orden.


Hoy ya es Jueves Santo, y respetando el día no citaremos el nombre actual tras el que se esconde el Judas de toda la vida, aquel capaz de hacer prevalecer su caracter de "hombrote" como adjetivo peyorativo, según diría una querida +Hermana, sin mirar la fea manera de intentar pisar a quien desde el principio, en los peores momentos de la Orden, se mantuvo fiel y leal a sus principios, a la Orden y a quien ostenta el mayor grado dentro de la misma.


Gracias a que es Jueves Santo no diremos también quien es el desagradecido que lejos de recompensar a quien durante la tormenta mantuvo el timón sin desviarse un ápice del camino, aupó al Judas desautorizando a la persona fiel y leal. Pero no se alegren mucho los implicados, después de cada Jueves, Viernes y Sábado Santo viene el Domingo de Resurreción, el Domingo de Gloria, y con ese Domingo de Resurrección vendrá de nuevo la luz, y las tinieblas se correrán dando paso a la claridad. Será en esa claridad cuando se pedirá al ingrato permisivo la expulsión y retirada del Blanco Manto del Judas del que hablamos. Será entonces cuando pediremos la no aceptación de su posible renuncia ante el miedo de verse reflejado publicamente a través de estas humildes páginas para que esa posible renuncia se transforme en la expulsión más deshonrosa. Que lo recoja Santiago, o el Santo Sepulcro, o cualquier otra Orden que ya desde antaño se nutría de timoratos y expulsados +Hermanos que no supieron estar a la altura de las circunstancias cuando la disolución de la Orden por parte del simoniaco Clemente V y continuar aun en la clandestinidad en la misma, prefiriendo la tranquilidad de la traición y el deshonor al integrarse en estas otras órdenes. Así, de esta manera, este nuevo Judas podrá continuar la tradición familiar entre santiaguistas, dejando que el Temple continue con +Hermanos limpios de corazón y dispuestos a todo por sus +Hermanos, a todo menos a traicionarlos, y menos aún cuando le abrieron la puerta del Templo las sinceras y honestas intenciones de un espíritu, templario sin duda alguna, de luz.


Dejemos que pase el Jueves Santo, y el Viernes, y el Sábado Santo. Tiempo habrá el Domingo de Resurrección para comenzar a trenzar la soga de Judas. Y que Dios, en su inmensa caridad le perdone; nosotros es difícil que lo hagamos sin una rectificación y reconocimiento por su parte, al fin y al cabo solo somos unos humildes pecadores, pero con un sentido de Hermandad que ya quisieran muchos de los que pomposamente mal utilizan habitualmente el término Hermano.